(...)Con la propuesta de “Pueblo mestizo”, evento que se realizará en el parque General San Martín, entre el sábado y el domingo que viene, se intenta volver a los festivales con valor simbólico y con posibilidades de generar algún tipo de transformación social posterior al muestreo artístico.
Pensado por el productor local Héctor “Perro” Emaides, Pueblo mestizo programa, entre otros, a Jorge Drexler, Las Pelotas, Jaime Roos, Raly Barrionuevo y a Carlos “Mona” Jiménez, y contempla una serie de actividades paralelas tendientes a atender diferentes frentes de tormenta del presente nacional. Con Pueblo mestizo vuelven los festivales conceptuales, por decirlo de algún modo. “Es otra de las tantas huevadas que se me van ocurriendo. De esas de las que, económicamente, no son de lo más aconsejables, pero que dejan un rastro. Como el Nuevo Rock Argentino, que generó un movimiento de bandas sónicas y alternativas, sólo que en este caso se trata de que todo ese mundo que se propone desde las letras, se sostenga un poco más”, reseña Emaides.
Según el empresario, el nacimiento de la idea tiene algo que ver con su participación en Cosquín Rock: “Notaba que los chicos no se daban cuenta de que estaban participando de un cambio. Sólo se estaban divirtiendo y punto. Soy de la idea que los músicos comunican y que el arte en general lee el problema de la gente en cada momento, pero en el seno de un festival algunas consignas pasaban”.
“Los chicos tocan muchas cosas de oído. Y se me ocurrió esta idea para alertar sobre algunas cuestiones, pero no sé si va a funcionar. Y también quiero divertirme desde una opción cultural. Mezclando cosas impensadas como Babasónicos con la ‘Mona’”, añade Emaides, que, a su vez, admite que la relación de amistad que mantiene con el franco hispano Manu Chao también disparó Pueblo Mestizo. Es que Chao es el campeón del multiculturalismo y también en eso de atender las necesidades de las minorías. Emaides, antes afectado a producciones vinculadas al rock sinfónico, acaso el género que mamó en su juventud, también sugiere que sus producciones para el tándem Amparo Sánchez (Amparanoia) - El Bicho - Ojos de Brujo se convirtieron en un tobogán inevitable para Pueblo mestizo. “Esa movida de Barcelona está formada por gente muy honesta, que no quiere enriquecerse de la música sino vivir de ella y atender causas de minorías que terminan siendo de todos”, observa.
El fin último. Como toda oferta en el show bizz, el fin último de Pueblo mestizo es generar dividendos, sólo que en su caso se repartirán entre cinco organizaciones: La Luciérnaga, la filial Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo, el Movimiento Campesino de Córdoba, la Fundación Siwok (representa a la comunidad wichi) y el Centro de Residentes Bolivianos.
El festival, además, tratará de generar recursos para construir una “canchita para ciegos al frente de la Municipalidad de Córdoba, en la plaza de la Intendencia”, según especificó Emaides.
Ahora bien; ¿Pueblo mestizo se agotará una vez concluido el programa artístico? “En la medida que se cumplan los objetivos, la iniciativa continuará”, contesta Oscar Arias, responsable e impulsor de La Luciérnaga. “Esto podría haber quedado como un show de verano más, pero nuestra participación, más la de Abuelas de Plaza de Mayo logró apuntalarlo y darle un sentido, que podés calificar de ‘social’ si te cabe”.
Según Arias, el vínculo de las organizaciones participantes con el productor es similar a la que establecen grupos o productoras porteñas con un agente local, cuando quieren que éste le organice un evento. “La única diferencia –destaca–, es que en este caso, una vez que cumplimos con el 30 por ciento destinado a los costos de producción, el 70 restante se constituye en un fondo social”.
En otro orden, Arias subraya que los dividendos no se convertirán en cheques librados a su suerte. “El dinero se repartirá de acuerdo a un compromiso firmado. Y si, de acá a unos meses, uno puede ver materializado el esfuerzo en obras, la idea de Pueblo mestizo continuará”.
Por último, especificó cómo se filtrará tal idea en el contexto del espectáculo. “Habrá bajada de línea desde el escenario y, si quedan dudas, el espectador interesado podrá asistir a las carpas de cada organización. Es decir, vas a recibir de primera mano los testimonios de un campesino con problemas, de un nieto recuperado o de un residente indocumentado”, cerró.
Germán Arrascaeta -LaVozDelInterior-