Por: Sebastián Di Domenica. Para Hipercrítico
Hace algunas semanas diferentes columnas en Hipercrítico analizaron los comentarios y las actitudes de los comentadores. El Hipercrítico Noriega concluyó en uno de sus artículos que en muchos casos los comentarios son un espacio adecuado para lanzar sospechas o acusaciones sin ningún tipo de fundamento. Es decir, un espacio para la mentira anónima destructiva. Es interesante alcanzar una relación entre esa observación y una encuesta reciente que fue publicada en España. Los comentadores que critican mucho, creen poco o sospechan de casi todo parecen ser una minoría. Es más, en Internet, y según la encuesta, la gran mayoría parece ser víctima de cadenas engañosas o de simples mentiras que se publican en la red; un alto porcentaje de los usuarios de Internet se creen la mayoría de los rumores y los toman como ciertos.
La encuesta fue realizada en España por la Asociación de Internautas y consultó a 2263 usuarios de 18 a 49 años. El estudio señala como dato central que dos de cada tres internautas no distinguen una información veraz de una mentira. Los porcentajes exactos son los siguientes: el 63,5 por ciento de los encuestados admiten que no consiguen distinguir un rumor de una noticia -tan sólo "a veces" lo logran-, mientras que el 35 por ciento de los internautas aseguran que sí saben diferenciarla.
Los datos confirman que una gran cantidad de lectores en la red tienen el sentido crítico muy débil y que están expuestos a las mentiras u operaciones que cualquier avivado quiera lanzar.
Durante muchas décadas, el ciudadano común se informaba por costumbre a través de los mismos medios de comunicación. Una persona entablaba una relación única con un diario en papel o con algún periodista de radio o televisión y lo seguía de manera ininterrumpida. Ese diario o ese referente en la radio y la TV eran fuentes de información creíbles para esa persona y entre público y periodismo se planteaba un pacto.
Todo parece cambiar. Los más jóvenes consumen noticias en Internet, y a diferencia de las generaciones anteriores, no consumen contenidos de un solo medio o periodista. Todo lo contrario. En el trabajo o en la casa y a toda hora, leen de una gran variedad de sitios, portales, diarios on line, blogs y foros. Y consumen contenidos de todo tipo y una inmensa variedad de informaciones. Algunas veces de los medios de comunicación tradicionales en la red, pero otras, de foros, comentarios, blogs o redes sociales.
Según el estudio, un 37% de los encuestados señalaron a los foros como el principal cauce de transmisión de rumores.
¿Qué recaudos debe tomar un lector frente a esa avalancha de mentiras, rumores y datos falsos? La respuesta la ofrecen los periodistas: chequear. Siempre hay que chequear la información a través de una o más fuentes. Y verificar que cada una de esas fuentes sea confiable. Las nuevas posibilidades que ofrece la tecnología e Internet debe agudizar el sentido crítico de las personas y entrenarlas en el chequeo y confirmación de los datos que se leen.
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