
Ascochinga, Jesús María. Cientos de bomberos combaten por estas horas el impresionante incendio que aqueja en varios parajes cercanos a la zona de Ascochinga, en el departamento Colón, y que ayer causó zozobra, luego de que las llamas se descontrolaran y devoraran una importante cantidad de hectáreas, afectaran viviendas y obligaran a la evacuación preventiva de más de 120 habitantes del sector. El fuego avanza y no hay forma de controlarlo. Muchos aguardan la lluvia como última salvación.
Las autoridades, quienes no tienen dudas de que el incendio es consecuencia de un fuego intencional, señalaron que la situación es crítica. Las principales zonas afectadas son Ongamira, San Jorge, Bajo de Olmos, La Paz, Santa Catalina y el poblado de La Pampa, a tres kilómetros de Ascochinga.
Este frente de fuego fue quizá el más grave del desarrollado ayer en Córdoba. Las cenizas y el humo emanados de esta zona llegaron a la ciudad de Córdoba. Teniendo en cuenta que las condiciones meteorológicas de hoy serían semejantes a las de ayer, se especula que el efecto del humo seguirá sintiéndose en gran parte de la capital provincial.
“No podemos dimensionar la magnitud del incendio porque las evaluaciones aéreas no pudieron efectuarse, a causa de que los helicópteros y los aviones no pudieron sobrevolar por la excesiva presencia de humo”, explicó Marcelo Colombatti, director del Plan Provincial del Fuego. “Cuantificar cuánto se quemó es un disparate. Sabemos que este año se habían quemado unas 1.800 hectáreas, pero esto cambió todo”, añadió Diego Concha, director del Plan.
Por su parte, desde el cuartel de Bomberos de La Granja, Manuel Sena, estimó que se habrían quemado de 10 mil hectáreas.
Llamas difíciles de frenar. En la zona de La Pampa (Ascochinga), el fuego adquirió una magnitud insospechada y generó infinidad de complicaciones a familias enteras que fueron evacuadas o que se autoevacuaron e, incluso, afectó a una numerosa fauna autóctona que huyó despavorida por las llamas.
El frente de fuego fue variando a lo largo de las horas, aunque en el momento más crítico llegó a tener 45 kilómetros de extensión e implicó el trabajo a destajo de más de 200 bomberos voluntarios. El principal inconveniente con que se toparon los hombres de naranja fue la dificultad de acercar los camiones cisterna en la zona de sierras, donde el acceso sólo se pudo hacer a pie y con mochilas con agua.
La gran cantidad de humo en el ambiente dificultó el trabajo de los aviones hidrantes.
Con una temperatura ambiente que alcanzó los 32 grados a las 14.30 de ayer, a la que se le sumó una fuerte ventisca del norte, la tarea de apagar el fuego fue casi imposible para los 200 bomberos voluntarios de 40 cuarteles de la provincia que llegaron al lugar a dar colaboración.
Daños y evacuaciones. En La Pampa, una casilla fue consumida por las llamas y dos casas se quemaron de manera parcial, en sus galpones, depósitos y dependencias exteriores. El jefe comunal del paraje, Daniel Funes, precisó que unos 120 vecinos se autoevacuaron. No hubo heridos, aunque algunos bomberos sufrieron los rigores del humo.
La Escuela Bernardino Rivadavia fue el centro de evacuación de la comuna local.
En la lucha contra el fuego, a la par de los bomberos, prácticamente toda la población apeló a cualquier herramienta para proteger sus viviendas y ayudar a sus vecinos. Es que el fuego se concentró en las márgenes del poblado, avanzó por las laderas montañosas y llegó a muy pocos metros de las viviendas, en donde el alerta vecinal fue una constante. “Desde ayer (por el domingo) estábamos esperando el fuego, pero el viento propagó con rapidez las llamas y sus rotaciones nos agarraron de sorpresa. Encima el humo hizo casi imposible que podamos combatirlo con fuerzas”, comentó Martín Pucheta, un bombero.
“Estamos muy preocupados porque si las llaman siguen hacia abajo pueden quemar nuestras casas y se va directo a Ascochinga”, comentó exhausto, Luis Villalba, vecino del lugar.
Y la lluvia aún no llega...
En http://www2.lavoz.com.ar/08/09/02/secciones/sucesos/nota.asp?nota_id=236556
Imagen del incendio de la semana pasada en Saldán.
Otros focos de incedio