La opinión de Walter Schmidt en Perfil.com
El homenaje por los 25 años del retorno a la democracia resultó ser un triste espejo de la dirigencia política argentina, llámese oficialista u opositora, que gobierna el país desde los oscuros años de la última dictadura militar. El radicalismo -junto a Elisa Carrió, Ricardo López Murphy y Julio Cobos- en el Luna Park y Néstor Kirchner en Florencio Varela, dejaron constancia de que la dirigencia política argentina ni siquiera puede dejar de lado sus miserias para reunirse, bajo un mismo techo, en el festejo por nada menos que un cuarto de siglo de democracia. Pese a estar en la Cumbre Iberoamericana, tampoco hizo nada para cambiar esta situación la presidenta, Cristina Fernández.
Los radicales decidieron "juntarse" en el Luna Park, e invitaron a ex radicales como Carrió, López Murphy y Cobos, mas con el afán de revivir viejas épocas en las que todos estaban en un mismo partido que por construir una coherencia política nacional detrás de la democracia. Por eso, a nadie se le ocurrió invitar a los Kirchner o a Mauricio Macri, como referentes de fuerzas que piensan distinto.
Incluso, dirigentes como Carrió se preocuparon por aclarar que estaban allí por "el corazón" y por Alfonsín, ni siquiera por la democracia. Mientras otros destacaban que nadie quiso invitar a Cobos, por ser el vice, aunque disidente, de los Kirchner. ... Continuar leyendo