Por Washington Uranga para http://www.pagina12.com.arEn la sociedad actual la información es un insumo y, al mismo tiempo, un requisito de la democracia. En el entendido de que la información como un componente de una realidad mayor y más compleja denominada comunicación, que incluye también otros ámbitos de producción e intercambio simbólico en el espacio público. Si la información siempre fue un insumo fundamental para la vida en sociedad, el desarrollo de las tecnologías de información y comunicación ha potenciado ese lugar. También los aprendizajes sociales, es decir, las capacidades que los diferentes actores adquirieron para usar las herramientas infocomunicacionales y para articular varias de ellas en estrategias destinadas a generar incidencia social.
Desde esta perspectiva no puede sino afirmarse que el periodismo, en general, y los periodistas, en particular, tienen una responsabilidad social ineludible. Un aspecto, éste de la responsabilidad social, que suele soslayarse de manera frecuente para reafirmar en cambio el carácter “independiente” de los trabajadores de la comunicación. La responsabilidad social de quienes ejercen la tarea de informar está vinculada con el deber de construir la pluralidad informativa –diversidad de fuentes, actores y perspectivas– y asegurar la expresión de todos los sectores en igualdad de condiciones.
Es difícil, sin embargo, entrar en consideraciones sobre el periodismo sin atender a una realidad en la que el ejercicio profesional está condicionado por la estructura de propiedad de los medios y por el hecho de que los grupos económicos que los controlan utilizan los medios para defender intereses que están mucho más allá de las fronteras del mundo de la comunicación. El sistema de medios y su estructura de propiedad forman parte de un entramado político-económico que es central en la forma de ejercicio del poder en la sociedad actual.... Continuar leyendo