Estar informado no siempre implica actuar en consecuencia. Sobre todo entre los adolescentes, más cercanos a la acción que a la reflexión. Y sobre todo, también, en temas recargados de miedos, mitos y prejuicios como la vida sexual. Así explican expertos del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) la profunda disociación entre el saber y el hacer que surge en sus relevamientos: el último revela que a pesar de que más de 8 de cada 10 adolescentes madres de Capital tenían información sobre el preservativo y otros métodos anticonceptivos, la mitad de ellas no se cuidaron porque creían que no podían quedar embarazadas.
El dato surge de una investigación realizada en cuatro hospitales de la Ciudad, y se suma a un estudio anterior, realizado por la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil, que arrojó que sólo un tercio de las adolescentes se cuidó en su debut sexual. Las demás confiaron su suerte al prejuicio de que la primera vez es "inocua" en términos reproductivos. En un país en el que nacen más de 100.000 bebés al año de mamás que tienen entre 10 y 19 años el dato obliga a pensar.
"En nuestra línea gratuita y en los estudios encontramos que muchas veces hay una gran distancia entre lo que los chicos saben y lo que terminan haciendo. Entonces decidimos bucear en esa pregunta: ¿por qué, aun teniendo información, muchas veces los chicos no se cuidan?", cuenta la doctora Alicia Figueroa, del CELSAM. Detrás de esa respuesta encontraron que no sólo la falta de buena información alimenta los actos de descuido: también influyen el "pensamiento mágico", los mitos y las fantasías. ... Continuar leyendo