Los libros no son la única herramienta para que los chicos experimenten por qué es interesante y atractivo leer. Hablar de lo que se lee y de cómo está escrito, recordar lecturas de la infancia con los chicos, usar el correo electrónico y hasta actividades cotidianas como armar la lista del supermercado o compartir el diario a la mañana pueden ser tan eficaces como una biblioteca para crear un ambiente hogareño que despierte la pasión por leer y escribir.
Más allá de la indiscutible utilidad de leer habitualmente a los chicos, y de que ellos vean a los adultos leer –y disfrutarlo–, los especialistas invitan a los padres a tener una concepción amplia de la lectura y pensar que en una casa circula una gran variedad de textos, incluidos los que habilita Internet.
“El libro es una excusa interesante, pero no es el único medio para entrar en la cultura escrita. Además de los que están en la biblioteca, en una casa hay otros textos circulando, algunos menos visibles, como el diario, que también ayudan a la vinculación con lo cultural. Leer no se da sólo con textos escolares o eruditos”, señaló a LA NACION Andrea Brito, investigadora de Flacso, donde coordina un posgrado sobre lectura y escritura. ... Continuar leyendo