
Creo que el Álbum blanco era un disco muy hip. Yo estaba impresionada con la capacidad musical de John, Paul y George, cada uno tocando acústicas como si fuesen guitarristas clásicos profesionales en temas como “Julia”, “Blackbird “y “While My Guitar Gently Weeps”. Esas tres canciones son joyas. Tampoco pienso que Ringo fuese intimidado por ellos. Aunque era callado, uno sabía que estaba justo ahí, sin perderse ni un golpe. De hecho, su golpe fue lo que hizo que cada canción estuviese viva.
A través de mi vida, conocí músicos interesantes y creativos: Henry Cowell, Edgar Varese, Stephan Wolpe, Karl Stockhausen, John Cage, La Monte Young, Tochi Ichiyanagui, Ornette Coleman. ¿Necesitan más nombres? Pero con los Beatles, me sorprendió que hubiese una unidad entre ellos que nunca observé en otro grupo de tipos. De hecho, uno no podría decir que fuesen un grupo. Cada tipo era un compositor ferozmente independiente, un tonto en la colina de su propia creación, por decirlo de alguna manera. Los Beatles eran una banda, físicamente y en espíritu. No se estaban dando golpecitos en la espalda el uno del otro ni nada de eso. Pero vos sabías que eran muy unidos. De hecho, eran como cuatro monjes zen. Simplemente haciéndolo. Juntos. ... Continuar leyendo