Bolivia en llamas

El presidente Evo Morales dispuso que el embajador de Estados Unidos en Bolivia Philip Goldberg se retire del país y lo declaró persona non grata acusándolo alentar la ola de protestas desatada por opositores a su gobierno que han llevado a que varias oficinas públicas fueron saqueadas nuevamente el miércoles por grupos de choque de la oposición, incluso grupos radicalizados tomaron campos petroleros y atentaron contra un gasoducto al que hicieron estallar, por lo que se ordenó el despliegue militar para esas instalaciones de nuevos sabotajes.

A raíz de estos hechos el mandatario declaró en el palacio presidencial "Sin miedo al imperio, delante del pueblo declaro al embajador de estados Unidos persona “non grata” y he pedido a nuestro canciller que envíe una nota al embajador haciéndole conocer la medida para que retorne a su país". No es la primera vez que Morales acusa al diplomático norteamericano de confabular con la oposición en su contra, el domingo, por caso, dijo que Goldberg estaba alentando a grupos violentos de Santa Cruz que el martes llevaron a cabo disturbios en esa ciudad, saquearon y quemaron oficinas del gobierno. El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo en rueda de prensa que "el gobierno ha dispuesto una mayor presencia de unidades militares para preservar la estructura hidrocarburífera". La medida fue ordenada después de que explotara un gasoducto en el sur lo que obligó a reducir los suministros de gas natural a Brasil. Según fuentes de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la entrega de gas a Brasil se reducirá en tres millones de metros cúbicos de los 30 millones que se exporta diariamente. El presidente de la empresa estatal petrolera Santos Ramírez informó que hubo un "atentado terrorista" en un campo petrolero ubicado a 30 kilómetros de Villamontes, localidad fronteriza con Paraguay en el departamento de Tarija, a 750 kilómetros al sureste de La Paz. Calculó que reparar la tubería costará cien millones de dólares y tomará entre 15 y 20 días. El estado perderá ocho millones de dólares diarios por la reducción del suministro. Fuente ArgentinaPress